sábado, 5 de febrero de 2011
martes, 28 de diciembre de 2010
miércoles, 14 de mayo de 2008
Sobre Mi
No considero estar tan loca como algunas personas tienden a pensar, no soy una oveja descarriada pero tampoco sigo al pie de la letra las reglas, vivo cansada pero quiero salir a hacer calle, me desplazo por los márgenes del cuaderno, por lo general te quiero cuando no me quieres y arranco cuando existe mucho amor.
Me enamoro de las sonrisas pero odio las risas forzadas, voy y vuelvo y no te das cuenta cuando te sigo en tu silencio, me gustan las cosas nuevas porque al saber que se acercan producen en mí una ansiedad, pero al enfrentarme a ellas suele nacer una angustia que me paraliza o me lleva a reacciones incoherentes.
Suelo querer estar con las personas cuando las extraño, pero cuando se demanda mi compañía reacciono con una conducta evitativa, me considero una persona independiente pero en el momento en que las personas reaccionan ante mi, tienden a defenderme como si se tratara de defender al ser mas indefenso que existe. Puedo considerarme estudiosa de intervalos pero cuando mas exijo a mi persona peor son los resultados, a diferencia de cuando mando todo por un tubo, vivo el momento pero la sensación en mi estomago me hace creer que siempre estoy pendiente del futuro, vivo en blanco y negro pero quiero llenar de matices a todos los que me rodean.
Soy una mujer que vive lo que tiene que vivir pero que no puede aceptarse como es, creo en el factor suerte, pero intento realizar todo de forma netamente racional, me cargan los sentimentalismos porque en oportunidades demuestran debilidad, pero corro cada vez que una persona se encuentra triste y lloro al menos una vez a la semana, respiro profundo ante la adversidad y busco el lado positivo en las cosas malas, pero me siento obligada a la tristeza de levantarme en la mañanas.
Me gusta que me guíen pero me desespera que me obliguen a hacer las cosas, me gusta disfrutar los momentos pero me carga que me presionen a cambiar mis tiempos.
Soy bipolar en lo que respecta a la vida pero ¿acaso es esto tan malo? Yo respeto tus formas de vida por lo tanto te pido que tu respetes las mías, su al final de cuentas son nuestras formas de vivir.
Me enamoro de las sonrisas pero odio las risas forzadas, voy y vuelvo y no te das cuenta cuando te sigo en tu silencio, me gustan las cosas nuevas porque al saber que se acercan producen en mí una ansiedad, pero al enfrentarme a ellas suele nacer una angustia que me paraliza o me lleva a reacciones incoherentes.
Suelo querer estar con las personas cuando las extraño, pero cuando se demanda mi compañía reacciono con una conducta evitativa, me considero una persona independiente pero en el momento en que las personas reaccionan ante mi, tienden a defenderme como si se tratara de defender al ser mas indefenso que existe. Puedo considerarme estudiosa de intervalos pero cuando mas exijo a mi persona peor son los resultados, a diferencia de cuando mando todo por un tubo, vivo el momento pero la sensación en mi estomago me hace creer que siempre estoy pendiente del futuro, vivo en blanco y negro pero quiero llenar de matices a todos los que me rodean.
Soy una mujer que vive lo que tiene que vivir pero que no puede aceptarse como es, creo en el factor suerte, pero intento realizar todo de forma netamente racional, me cargan los sentimentalismos porque en oportunidades demuestran debilidad, pero corro cada vez que una persona se encuentra triste y lloro al menos una vez a la semana, respiro profundo ante la adversidad y busco el lado positivo en las cosas malas, pero me siento obligada a la tristeza de levantarme en la mañanas.
Me gusta que me guíen pero me desespera que me obliguen a hacer las cosas, me gusta disfrutar los momentos pero me carga que me presionen a cambiar mis tiempos.
Soy bipolar en lo que respecta a la vida pero ¿acaso es esto tan malo? Yo respeto tus formas de vida por lo tanto te pido que tu respetes las mías, su al final de cuentas son nuestras formas de vivir.
lunes, 28 de abril de 2008
La mujer de "bajo pueblo" en Chile: bosquejo histórico. (extracto)

...Yo no soy especialista en problemas específicos de la mujer. Más precisamente, trabajo la historia social de la clase popular como conjunto. Pero los años de investigación que he destinado a esto me han mostrado de una manera categórica la enorme importancia de la mujer en la construcción de los tejidos económicos, sociales y culturales de la sociedad popular, en primer lugar, y luego, de este país. Sobre todo, por el comportamiento específico de la mujer de "bajo pueblo". Y recalco esto: la mujer de "bajo pueblo", no otra.
La investigación histórica concreta nos señala que no existe la mujer "en general", ni siquiera la "mujer chilena" en general. Que en la historia concreta de este país uno se topa, más bien, con mujeres "patricias" o "plebeyas" (o "cuicas o pirulas" y "rotas u ordinarias", si se prefiere). Con "damas" (o "matronas" o "misiás") de nivel aristocrático, "siúticas" de arribismo medio (o de "medio pelo") y con mujeres de "bajo pueblo" (como se decía en el siglo pasado) o "pobladoras" (como se dice hoy). Que lo que se halla son mujeres vestidas "à la francesa" (o à la europea) y otras, simplemente, con "chombas asoleadas, desteñidas, y zapatos entierrados" (à lo que se puede). Y cada tipo de mujer con sus identidades, con sus atractivos, sus "trancas" y maneras propias de querer y de aguantar a su(s) hombre(s). Las de arriba, amando, temiendo y odiando (al mismo tiempo) al pater familias que acumuló y administra la riqueza familiar, pero gritando descomedidamente a "la china" o "empleada" que le lava sus sábanas. Las de abajo, yendo de la rabia humillada por el borracho que se le metió en la cama, a la valentía altanera de la que defiende del arbitrio policial o patronal al compañero de su miseria. Las del medio, amando a medias y odiando a medias, con envidias hacia arriba, desprecios hacia abajo (o hacia el lado), y temores surtidos al "qué dirán". Con esto estoy caricaturizando, pero quiero subrayar con ello la especificidad concreta que la investigación histórica detecta en cada tipo o grupo de chilenas...
La investigación histórica concreta nos señala que no existe la mujer "en general", ni siquiera la "mujer chilena" en general. Que en la historia concreta de este país uno se topa, más bien, con mujeres "patricias" o "plebeyas" (o "cuicas o pirulas" y "rotas u ordinarias", si se prefiere). Con "damas" (o "matronas" o "misiás") de nivel aristocrático, "siúticas" de arribismo medio (o de "medio pelo") y con mujeres de "bajo pueblo" (como se decía en el siglo pasado) o "pobladoras" (como se dice hoy). Que lo que se halla son mujeres vestidas "à la francesa" (o à la europea) y otras, simplemente, con "chombas asoleadas, desteñidas, y zapatos entierrados" (à lo que se puede). Y cada tipo de mujer con sus identidades, con sus atractivos, sus "trancas" y maneras propias de querer y de aguantar a su(s) hombre(s). Las de arriba, amando, temiendo y odiando (al mismo tiempo) al pater familias que acumuló y administra la riqueza familiar, pero gritando descomedidamente a "la china" o "empleada" que le lava sus sábanas. Las de abajo, yendo de la rabia humillada por el borracho que se le metió en la cama, a la valentía altanera de la que defiende del arbitrio policial o patronal al compañero de su miseria. Las del medio, amando a medias y odiando a medias, con envidias hacia arriba, desprecios hacia abajo (o hacia el lado), y temores surtidos al "qué dirán". Con esto estoy caricaturizando, pero quiero subrayar con ello la especificidad concreta que la investigación histórica detecta en cada tipo o grupo de chilenas...
Gabriel Salazar...
lunes, 17 de marzo de 2008
____________
A veces la gente no sabe los limites de su cuerpo y su mente, si, es algo que a mi me pasa seguido, claro antes parecía no importarme pero hoy es algo que me pesa un poco.
Hace un tiempo conocí a una persona que tampoco media el punto en el cual debía parar y daño a toda la gente que se cruzaba en su camino, sobre todo a aquellos que estaban a su lado para bien, me prometí a mi misma nunca ser como él y hoy soy algo parecida, la diferencia es que los limites que yo no respeto solo dañan mi persona, hay cosas que pensé nunca hacer y hoy las he hecho mas de una vez y me siento mal por eso.
No se si hoy amanecí muy sensible gracias a la maravillosa naturaleza, pero tengo miedo a dañar lo único bueno que me ha pasado en el último tiempo por exceder mis límites, y no quiero, la sensación es rara, y me da rabia ser tan estupida. El único consuelo que me queda es que me este pasando rollos con algo que no paso, o simplemente que el destino tire en mi favor al darse cuenta que poco a poco voy aprendiendo de mis errores.
Hace un tiempo conocí a una persona que tampoco media el punto en el cual debía parar y daño a toda la gente que se cruzaba en su camino, sobre todo a aquellos que estaban a su lado para bien, me prometí a mi misma nunca ser como él y hoy soy algo parecida, la diferencia es que los limites que yo no respeto solo dañan mi persona, hay cosas que pensé nunca hacer y hoy las he hecho mas de una vez y me siento mal por eso.
No se si hoy amanecí muy sensible gracias a la maravillosa naturaleza, pero tengo miedo a dañar lo único bueno que me ha pasado en el último tiempo por exceder mis límites, y no quiero, la sensación es rara, y me da rabia ser tan estupida. El único consuelo que me queda es que me este pasando rollos con algo que no paso, o simplemente que el destino tire en mi favor al darse cuenta que poco a poco voy aprendiendo de mis errores.
martes, 22 de enero de 2008
Hombres necios

Hombres necios que acusáis a la mujer sin razón, sin ver que sois la ocasión de lo mismo que culpáis:
Si con ansia sin igual solicitáis su desdén, ¿Por qué queréis que obren bien si las incitáis al mal?
Combatís su resistencia, y luego con gravedad decís que fue liviandad lo que hizo la diligencia.
Queréis con presunción necia hallar a la que buscáis, para pretendida, Tais, y en la posesión, Lucrecia.
¿Qué humor puede ser más raro que el que falta de consejo, él mismo empaña el espejo y siente que no esté claro?
Con el favor y el desdén tenéis condición igual, quejándoos, si os tratan mal, burlándoos, si os quieren bien.
Opinión ninguna gana, pues la que más se recata, si no os admite, es ingrata y si os admite, es liviana. Siempre tan necios andáis que con desigual nivel a una culpáis por cruel y a otra por fácil culpáis.
¿Pues cómo ha de estar templada la que vuestro amor pretende, si la que es ingrata ofende y la que es fácil enfada?
Más entre el enfado y pena que vuestro gusto refiere, bien haya la que no os quiere y quejaos enhorabuena. Dan vuestras amante penas a sus libertades alas, y después de hacerlas malas las queréis hallar muy buenas. ¿Cuál mayor culpa ha tenido en una pasión errada, la que cae de rogada o el que ruega de caído? ¿O cuál es más de culpar, aunque cualquiera mal haga: la que peca por la paga o el que pega por pecar? Pues ¿para qué os espantáis de la culpa que tenéis? Queredlas cual las hacéis o hacedlas cual las buscáis. Dejad de solicitar y después con más razón acusaréis la afición de la que os fuere a rogar.
Bien con mucha armas fundo lidia vuestra arrogancia, pues en promesa e instancia juntáis diablo, carne y mundo.
Si con ansia sin igual solicitáis su desdén, ¿Por qué queréis que obren bien si las incitáis al mal?
Combatís su resistencia, y luego con gravedad decís que fue liviandad lo que hizo la diligencia.
Queréis con presunción necia hallar a la que buscáis, para pretendida, Tais, y en la posesión, Lucrecia.
¿Qué humor puede ser más raro que el que falta de consejo, él mismo empaña el espejo y siente que no esté claro?
Con el favor y el desdén tenéis condición igual, quejándoos, si os tratan mal, burlándoos, si os quieren bien.
Opinión ninguna gana, pues la que más se recata, si no os admite, es ingrata y si os admite, es liviana. Siempre tan necios andáis que con desigual nivel a una culpáis por cruel y a otra por fácil culpáis.
¿Pues cómo ha de estar templada la que vuestro amor pretende, si la que es ingrata ofende y la que es fácil enfada?
Más entre el enfado y pena que vuestro gusto refiere, bien haya la que no os quiere y quejaos enhorabuena. Dan vuestras amante penas a sus libertades alas, y después de hacerlas malas las queréis hallar muy buenas. ¿Cuál mayor culpa ha tenido en una pasión errada, la que cae de rogada o el que ruega de caído? ¿O cuál es más de culpar, aunque cualquiera mal haga: la que peca por la paga o el que pega por pecar? Pues ¿para qué os espantáis de la culpa que tenéis? Queredlas cual las hacéis o hacedlas cual las buscáis. Dejad de solicitar y después con más razón acusaréis la afición de la que os fuere a rogar.
Bien con mucha armas fundo lidia vuestra arrogancia, pues en promesa e instancia juntáis diablo, carne y mundo.
De Carta Sor Filotea
jueves, 10 de enero de 2008
Himno a Isis

Porque yo soy la primera y la ultima,
Yo soy la venerada y la despreciada,
Yo soy la prostituta y la santa,
Yo soy la esposa y la virgen,
Yo soy la madre y la hija,
Yo soy los brazos de mi madre,
Yo soy la estéril y numerosos son mis hijos,
Yo soy la bien casada y la soltera,
Yo soy la que da a luz y la que jamás procreó,
Yo soy la que consuelo los dolores del parto,
Yo soy la esposa y el esposo,
Y fue mi hombre quien me creó,
Yo soy la madre de mi padre,
Soy la hermana de mi marido,
Y él es mi hijo rechazado.
Respetadme siempre,
Porque yo soy la escandalosa y la magnifica.
Himno a Isis, s. III o IV descubierto en Nag Hammadi.
Yo soy la venerada y la despreciada,
Yo soy la prostituta y la santa,
Yo soy la esposa y la virgen,
Yo soy la madre y la hija,
Yo soy los brazos de mi madre,
Yo soy la estéril y numerosos son mis hijos,
Yo soy la bien casada y la soltera,
Yo soy la que da a luz y la que jamás procreó,
Yo soy la que consuelo los dolores del parto,
Yo soy la esposa y el esposo,
Y fue mi hombre quien me creó,
Yo soy la madre de mi padre,
Soy la hermana de mi marido,
Y él es mi hijo rechazado.
Respetadme siempre,
Porque yo soy la escandalosa y la magnifica.
Himno a Isis, s. III o IV descubierto en Nag Hammadi.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)